Rancho Marco, una comunidad con 40 familias que DIOS NO OLVIDO.
Un lugar que, aunque apartado, ha sido alcanzado por la gracia y la fidelidad de nuestro Señor. Allí, donde muchos podrían pensar que no hay esperanza, Dios se ha manifestado grandemente, trayendo provisión, consuelo y respuestas a oraciones que parecían olvidadas.

El Señor ha suplido de manera poderosa, tocando corazones, abriendo puertas y trayendo recursos donde antes había escasez. Su amor ha sido evidente en cada acción, en cada visita, en cada alimento entregado y cada oración compartida.

Rancho Marco es testimonio vivo de que Dios no se olvida de los suyos. Él sigue obrando en lugares humildes, levantando comunidades y mostrando que su poder no tiene límites. Donde hay fe, Él responde. Donde hay necesidad, Él provee. Y donde hay corazones dispuestos, Él se glorifica.